El 2024 ha sido un año totalmente complejo desde el punto de vista político ya que movilizó a la totalidad de actores políticos internamente en el país y redefinió la lógica de la lucha por el acceso o mantenimiento del poder político institucional y el control del Ejecutivo nacional.
El evento político más destacado de 2024 en Venezuela fue sin duda la elección presidencial del 28 de julio. Este proceso electoral estuvo marcado por la controversia y las acusaciones de fraude por parte del sector opositor alineado a la Plataforma Unitaria Democrática bajo el liderazgo de María Corina Machado y el abanderado presidencial, Edmundo González Urrutia. La falta de resultados oficiales verificables después de las elecciones generó un clima de incertidumbre y tensión política.
La oposición ha insistido en la transparencia de los resultados, mientras que el gobierno de Nicolás Maduro (a quién el CNE anunció como ganador) ha dado por culminado el capítulo electoral, enfrentado críticas tanto a nivel nacional como internacional.
Inicio de año: Se anticipan las elecciones presidenciales para mediados de año y se vislumbra un panorama complejo para el país, empezando el 26 de enero con la reafirmación de la inhabilitación política de María Corina Machado por parte del TSJ. El 05 de marzo se anuncia el cronograma electoral, fijando las elecciones presidenciales para el 28 de julio. El 20 de marzo ocurre la detención de dirigentes de Vente Venezuela, lo que genera tensión política.
En este orden, tras disputas retóricas, María Corina Machado anunció a Corina Yoris como su candidata presidencial el 22 de marzo de 2024. Ante esto, bajo un cuestionado argumento, el gobierno inhabilitó a Yoris como candidata presidencial, surgiendo grandes dilemas internos en el núcleo de la PUD para elegir al abanderado presidencial. En este orden, el Consejo Nacional Electoral permitió la inscripción de la candidatura de Manuel Rosales como candidato presidencial por Un Nuevo Tiempo el 25 de marzo de 2024, justo antes del cierre del proceso de postulaciones, lo que generó una oleada de críticas y ataques hacia el gobernador del Zulia, acusándolo de “cuadrarse con Maduro” y querer torpedear a María Corina Machado.
Así transcurrieron días de tensión hasta que la PUD, en reunión con Manuel Rosales y María Corina Machado, acordó que Edmundo González Urrutia fuese su candidato presidencial el 20 de abril de 2024. Esta decisión se tomó por unanimidad destacando la necesidad de mantener la unidad y el apoyo de todos los factores democráticos. Ese mismo mes de abril Venezuela presentó una contramemoria ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) defendiendo su postura sobre el territorio del Esequibo.
La campaña electoral presidencial comenzó el 4 de julio y terminó el 25 de julio, representando grandes retos para la candidatura opositora ya que María Corina Machado, quien básicamente cargó sobre sus hombros la promoción de la candidatura de Edmundo González recorriendo por tierra todo el país, atravesó diversas trabas en todo el país.
Por su parte, González tuvo pocas apariciones, pero con gran posicionamiento por el ropaje electoral de Machado. Desde el sector oficial se observó un despliegue absoluto de todos los cuadros claves del PSUV, movilizándose desde el candidato a la reelección Nicolás Maduro, la vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, el presidente de la AN, Jorge Rodríguez y el vicepresidente del PSUV, Diosdado Cabello, marcando jornadas múltiples en varios lugares del país por día.
El Día D: el 28 de julio se llevan a cabo las elecciones presidenciales, resultando en la reelección de Nicolás Maduro. 51.95% de los votos, lo que equivale a 6,408,844 votos. El candidato opositor, Edmundo González Urrutia, obtuvo 43.18% de los votos, es decir, 5,326,104 votos. Tras el anuncio se desatan protestas en todo el país debido a denuncias de fraude electoral por parte de la oposición, llevando a una oleada de arrestos aumentando significativamente el número de presos políticos en Venezuela.
María Corina Machado publicó la plataforma para verificar las actas electorales que daban como ganador a Edmundo González Urrutia el 30 de julio de 2024, jugada clave para reclamar el reconocimiento de Edmundo González como ganador y desmontar lo anunciado por el CNE. El 19 de agosto se publican los resultados oficiales de las elecciones, consolidando la victoria de Maduro. En este orden surgen acusaciones de ciberataques: Maduro acusa a Argentina y Macedonia de realizar ciberataques contra Venezuela tras las elecciones.
En este orden, González Urrutia abandonó Venezuela el 7 de septiembre de 2024 para exiliarse en España argumentando su salida por la persecución del gobierno de Nicolás Maduro. Esta salida emprendió otra arena tras el proceso electoral: la gira internacional de Edmundo González para articular reconocimiento para hacerle frente al dominio al gobierno de Maduro.
Durante sus reuniones con distintas personalidades y autoridades políticas en el mundo, González Urrutia ha prometido en reiteradas oportunidades que regresará a Venezuela a juramentarse como presidente electo el próximo 10 de enero de 2025.
El año 2024 lejos de representar un año proclive al entendimiento y reconocimiento mutuo entre los principales actores políticos, exacerbó la tensión existente, dejando un panorama postelectoral marcado por opositores en la clandestinidad, exilados y presos políticos, y un despliegue del sector oficial más alerta e implacable, demostrando que sobre el tablero político venezolano se proyecta para el 2025 la continuación de la crisis de legitimidad sobre el Ejecutivo nacional teniendo como primer escenario de confrontación el 10 de enero, fecha en la cual se debe juramentar ante la AN dominada en un 93% por diputados del sector oficial el presidente de Venezuela que iniciaría un nuevo período presidencial.
¿Maduro logrará imponer la paz y estabilidad política institucional necesaria para continuar con el objetivo de la recuperación económica?
¿Edmundo González cumplirá su promesa de juramentarse ante el Parlamento como presidente de Venezuela o será otro fracaso y decepción para la oposición?