La decisión del gobierno de Donald Trump de cerrar la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) ha marcado un punto de inflexión en la política exterior de Estados Unidos hacia América Latina, particularmente en el contexto de la crisis venezolana. Este cierre no solo refleja un cambio en la estrategia de asistencia internacional, sino que también ha generado tensiones significativas con políticos opositores en Venezuela que actualmente se encuentran en el exilio o en la clandestinidad.
A medida que surgían acusaciones de corrupción entre algunos líderes opositores, la comunidad internacional se vio envuelta en un debate sobre la efectividad y la transparencia de la ayuda humanitaria y el papel de USAID en la promoción de la democracia. Este análisis se propone explorar las implicaciones de esta medida, examinando cómo el cierre de USAID ha impactado en la dinámica política en Venezuela y las repercusiones que ha tenido en la percepción de la corrupción dentro de la oposición política.
La principal razón detrás de la decisión de Trump de cerrar la USAID es la intención de reducir el gasto federal y eliminar lo que consideran programas de asistencia exterior innecesarios. El presidente Trump y Elon Musk, quien fue designado para liderar el Departamento de Eficiencia Gubernamental, han argumentado que la eliminación de USAID ayudará a reducir el desperdicio de fondos federales. Sin embargo, esta decisión ha generado controversia y preocupación, ya que muchos expertos y organizaciones humanitarias advierten que la eliminación de USAID tendrá consecuencias graves para millones de personas que dependen de la asistencia humanitaria en todo el mundo. Además, la decisión de eliminar USAID ha sido criticada por ser potencialmente ilegal, ya que la agencia fue establecida por el Congreso y su eliminación requeriría autorización legislativa.
La USAID es una agencia independiente del gobierno de los Estados Unidos creada en 1961 por el presidente John F. Kennedy con el objetivo de proporcionar asistencia económica, agrícola, sanitaria, política y humanitaria a países en desarrollo. La función principal de USAID es promover el desarrollo sostenible y mejorar la calidad de vida en países receptores. Esto incluye programas de ayuda en áreas como la educación, la salud, la agricultura, la democracia y la gobernanza, el medio ambiente y la asistencia humanitaria en situaciones de emergencia. La agencia trabaja en colaboración con gobiernos locales, organizaciones no gubernamentales (ONG) y otras entidades internacionales para implementar sus programas.
El desmantelamiento de USAID ha llevado a la suspensión de altos funcionarios y al despido de miles de contratistas. Además, la congelación de fondos ha dejado a la agencia con una capacidad muy reducida para supervisar la ayuda humanitaria, lo que ha generado preocupaciones sobre la posibilidad de que la asistencia caiga en manos de grupos extremistas o se desvíe en regiones inestables.
En 2023, los países de América Latina que recibieron mayor ayuda de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) fueron:
1. Colombia: Recibió aproximadamente 389 millones de dólares, destinados principalmente a asistencia humanitaria, gobernanza y agricultura.
2. Haití: Recibió alrededor de 316 millones de dólares, enfocados en programas de asistencia humanitaria, educación y agricultura.
3. Venezuela: Recibió 205 millones de dólares, con fondos destinados principalmente a asistencia humanitaria, gobernanza y salud.
Algunos periodistas y políticos opositores venezolanos han sido vinculados al manejo de recursos de la USAID. La analista político Indira Urbaneja mencionó a periodistas como Carla Angola, Miguel Ángel Rodríguez, Nitu Pérez Osuna, Sebastiana Barráez y Nelson Bocaranda, quienes presuntamente recibieron financiamiento de la USAID para hacer propaganda a la oposición. Asimismo, Diosdado Cabello acusó a varios dirigentes opositores de malversación de fondos de la USAID. Entre los mencionados están Carlos Vecchio, Juan Guaidó, Leopoldo López, Julio Borges, Henrique Capriles, María Corina Machado, Antonio Ledezma, David Smolansky, Miguel Pizarro, Freddy Guevara, Carlos Paparoni, Gabriela Arellano, Lester Toledo, Ismael García, Lilian Tintori y Juan Manuel Olivares. En este orden, afirmó recientemente que el gobierno interino de Guaidó recibió 32 mil millones de dólares distribuidos entre los líderes de Voluntad Popular, agregando que Guaidó le entregó 200 millones de dólares a Julio Borges provenientes de la USAID para comprar votos de Diputados de PJ en la AN2015 con el fin de mantenerlos alineados con el gobierno interino.
Entre los supuestos casos que involucran la malversación de fondos de la USAID por la oposición venezolana destacan:
- Operación Gedeón: Esta operación fallida de incursión armada en 2020 con el objetivo de derrocar al gobierno de Maduro que fue supuestamente financiada con fondos de la USAID destinados a la ayuda humanitaria.
- Investigaciones del Washington Post sobre contratos fraudulentos: En enero de 2021, The Washington Post reveló que funcionarios cercanos a Guaidó estaban involucrados en contratos fraudulentos relacionados con la gestión de activos venezolanos en el extranjero. Los empresarios Jorge Reyes y Pedro Antar informaron sobre una trama de corrupción que involucraba a Fernando Blasi y Javier Troconis, designado por Guaidó como comisionado presidencial para la Gestión y Recuperación de Activos. Se estimó que estos actos de corrupción podrían involucrar más de 40.000 millones de dólares (El Espectador, 2021).
- Gastos del gobierno interino: En enero de 2023, se reportó que el gobierno interino de Guaidó había gastado aproximadamente 150 millones de dólares de dinero público. En respuesta, Guaidó reconoció que estos gastos fueron aprobados por la Asamblea Nacional elegida en 2015, por lo que surgieron críticas y preocupaciones sobre la transparencia y el destino de estos fondos (Swissinfo, 2023).
- Jordan Goudreau instó al magnate y asesor de Donald Trump, Elon Musk, a investigar la protección brindada por las agencias federales estadounidenses a Juan Guaidó, Leopoldo López y activos de la CIA en hechos de corrupción relacionados a fondos de la USAID.
De confirmarse la supuesta malversación de fondos estadunidenses por parte de lideres opositores no solo comprometerían su libertad y carrera política sino que sería una mancha inobjetable para la causa opositora en sus esfuerzos por promover el cambio político en Venezuela quedando bajo el mismo ropaje de corrupción con el que acusan a dirigentes del sector oficial.